Un Nuevo Ciclo
jueves, 1 de abril de 2010
JUICIO DE JESUCRISTO (PARTE 1)
Constantemente y porque no decirlo casi que todos los días siento que estoy en un “Mundo al revés”, no me avergüenza decir que inicie y culmine mis estudios de ciencias jurídicas para “cambiar el sistema jurídico y buscar la real y pronta JUSTICIA”, (casi sueno como el slogan actual de la Honorable Corte Suprema de Justicia), y aún me permito soñar despierta y pienso y CREO QUE ES POSIBLE el cambiar el sistema jurídico salvadoreño, (táchenme de positivista, ingenua, boba o lo que se les antoje, incluso que moriré en el intento).
Pero de algo estoy segura que dentro de este “Mundo al revés”, el cual está lleno de terminología considerada por la mayoría de las personas como “rara”, y donde se presentan las demandas, contrademandas, jugándose el juzgador y los litigantes con los principios legales, morales y sociales que corresponden a un momento histórico determinado, y respondiendo así la justicia en este “País de las Maravillas” como en otros lugares cercanos y lejanos a intereses muy particulares, tales como de Partido y NETAMENTE PERSONALES de quienes tienen un porcentaje de poder grande en sus manos.
He de recordarme diariamente la frase que “NO TODO LO LEGAL ES JUSTO, NI TODO LO JUSTO ES LEGAL”, es algo que duele el oírlo, duele el leerlo y créanme duele aún más el aprender a vivir con ello en el interior de tu cabeza, pero al estar en este mundo oscuro, siniestro y sumido en las tinieblas del que deseamos nunca haber entrado, donde quienes tienen el poder de decisión no trabajan en dicho cargo por su capacidad intelectual sino por tener como se dice popularmente “un cuello”, un contacto con la persona idónea, (entiéndase por idóneo, algún familiar, padre, hermano, esposa, tío, primo, sobrino, etc); o bien por tener la plata suficiente de comprar la plaza respectiva, (lo digo porque me consta y pudiera decir nombres específicos, pero opto por no hacerlo).
Ahora ya no puedo dar marcha atrás, ya estoy dentro de este mundo al revés, para bien o para mal se debe de aprender a jugar con las reglas ya establecidas, y con suerte jugar bien las cartas que te han tocado para defender bien a tu cliente, y evitar que se le vulneren principios procesales básicos, todo por una interpretación arbitraria de la ley, e incluso por falta de conocimiento en la ley.
Es por todo ello que en estos días de descanso (para la mayoría de la población) y de reflexión (para algunos de la misma población) he estado recordando ciertas clases desarrolladas a inicios de mi carrera jurídica, y he sentido cierto consuelo (si se puede llamar así) al recordar que en este mundo jurídico, la frase de “NO TODO LO LEGAL ES JUSTO, NI TODO LO JUSTO ES LEGAL” corresponde y se acopla perfectamente al mayor juicio del cual se recuerda año tras año, en la denominada “Semana Santa”, y me refiero nada más y nada menos que al JUICIO DE JESUCRISTO.
Estos días de descanso publicaré unos post relacionados a este tema, partiremos de aspectos generales, los personajes que intervinieron, la defensa llevada a cabo a favor de Jesucristo, su sentencia y algunas conclusiones.
Espero sea de su agrado esta lectura con la cual no pretendo modificar ni imponer ningún tipo de creencia, en absoluto no es ese mi objetivo, esto será solamente unas pequeñas reflexiones de este tema desde el punto de vista jurídico, e iniciaremos con ello el día de mañana.