"SER O NO SER"

“Ser o no ser”
esa fue una duda planteada por William Shakespeare
en su obra “Hamlet”,
en la época actual la duda es
“Ser o Parecer”

Cada quien escoge ser protagonista o actor secundario,
somos actores por naturaleza,
y es fascinante ver el papel que todos interpretamos,
pero la habilidad de ver más allá del papel interpretado
es una intimidad única que se logra con el público y entre los actores,
la cual es muy difícil de lograr,
el alcanzar a verse como lo ven los demás
y conocerse así a ti mismo,
logrando interactuar con el público.

Nuestro público nos sirve de espejo;
y ellos verán siempre cosas que proyectaran en la obra,
y que ni el director, ni los actores presentaron,
por lo tanto la objetividad es inexistente,
siempre existe el subjetivismo.

Se tiene que aprender a ver lo que se encuentra frente suyo,
separando la realidad de lo irreal,
viendo el “ser” y no el “parecer” del otro.

El amor,
la rabia,
la avaricia,
la venganza,
la ambición,
la mentira,
la inteligencia,
la duda,
la locura,
son algunas pasiones que
los actores les profundizan e interiorizan al máximo,
para poder demostrarles en el escenario,
sentimientos que en el mundo de la vida social
no les logran exteriorizar por convencionalismos,
por nomas,
por acuerdos,
por reglamentos,
incluso por aspectos legales.

Pero hay algo muy importante que nunca debemos de olvidar
y es que al desconocerte a ti mismo,
corres el riesgo de quedar en el rol representado
e imposibilitado de ver más allá de la máscara que portan los demás actores.

Estamos inmersos en el reino del “parecer”,
y es fácil enamorarse de la máscara
y no del “ser” del otro actor.

“Ser” o “Parecer”
ese es el dilema actual
en el teatro de la vida.